[The following text is my response and proposal to the event «Standing at the Age» organised by Mind & Life Europe, and broadcast on 26 January 2022. The Youtube link to the event:https://www.youtube.com/watch?v=qOxcy5St-lg]
Con alegría les comunicamos que ya está publicado el libro Despertar salvaje. El corazón de Mahamudra y Dzogchen de Dzogchen Ponlop Rinpoché, traducido por Juan Manuel Cincunegui y publicado por Kairós.
Considerada la culminación de todas las prácticas y estudios de la escuela Kagyu del budismo tibetano, la experiencia de Mahamudra, o «gran símbolo», es una sensación abrumadora de extraordinaria claridad, totalmente abierta y no dual. Dzogchen, o «gran perfección», constituye la enseñanza última para la tradición Nyingma, y también representa el pináculo del desarrollo espiritual. Ambas corrientes de meditación enfatizan el estado último de conciencia interior y la naturaleza clara y luminosa de la mente.
Uno de los principales problemas que enfrentaremos en nuestro futuro inmediato (lo que algunos denominan «la pospandemia») es que algunos de los mapas con los que contábamos puede que se hayan vuelto obsoletos. Por ese motivo, quisiera hablar en este artículo acerca de los «mapas» y los «territorios».
Comencemos con lo más básico: un mapa solo tiene utilidad para nosotros si sabemos dónde estamos ubicados en un territorio.
Imaginemos que habitamos en una isla en medio del océano. Vivimos felizmente, en armonía con nuestro entorno natural, totalmente ignorantes acerca de lo que está ocurriendo a nuestro alrededor. Ni siquiera sabemos muy bien qué es ese derredor nuestro más allá del dibujo en el horizonte.
El 5 de mayo comienza el curso de meditación virtual “La práctica de la atención plena. Entender nuestra experiencia. Mindfulness, Vipashyana”. Son 8 sesiones, los miércoles de 19 a 20:30 h (hora España) con el profesor Juan Manuel Cincunegui.
Los grupos son reducidos. Escribir a agusrisolo@gmail.com para reservar tu plaza!
Telescopio Roque de los Muchachos. Isla de la Palma.
El 17 de febrero comienza el curso de meditación virtual «enfocar la mente y abrir el corazón». Son 8 sesiones, los miércoles de 19 a 20:30 h (hora España) con el profesor Juan Manuel Cincunegui.
Quedan pocos lugares. Escribir a info@mentevidaysociedad.org para reservar tu plaza!
Conferencia ofrecida por Manu Cincunegui para la Fundación Cruzada Patagónica
Programa
1) El desafío que supone la pandemia
2) Crisis de la humanidad: violencia, desigualdad y destrucción medioambiental
3) Necesitamos responder a esta crisis transformando la realidad objetiva de las relaciones sociales y la realidad subjetiva que sustenta esa realidad objetiva (nuestros imaginarios, prácticas e instituciones).
4) Las cuatro nobles verdades: la verdad del sufrimiento, de su origen, de la posibilidad de su superación y de los caminos que conducen a la cesación del sufrimiento.
5) La meditación como camino de transformación. La felicidad finita y la plenitud.
6) La práctica fundacional. Eso que llaman «mindfulness»: la atención plena y el mero estar. No se trata de «fabricar» un refugio interior, ni de cultivar una disciplina que consista en elevar muros entre nuestra interioridad y el mundo. De lo que se trata en última instancia es de confrontar nuestras contradicciones: nuestros anhelos más profundos de paz y justicia, que chocan diariamente con nuestras practicas sociales que imponen la violencia, la desigualdad y la destrucción de nuestros entornos.
Escribí el presente artículo pensando en la «nueva normalidad» que estábamos intentando construir cuando finalizó en Europa la primera ola de contagios.
Creo que es muy importante, pese a la enormidad y la excepcionalidad que supone la pandemia, no fetichizarla. La pandemia no es la causa última de la crisis planetaria que hoy enfrentamos, sino un elemento que, como un significante vacío, parece contener todas las crisis.
En esta cuarta y última entrega sobre la meditación, redactada especialmente para los participantes del seminario que estamos impartiendo virtualmente, comenzaré refiriéndome, una vez más, a las extraordinarias circunstancias que estamos viviendo, intentando echar luz sobre el pasado para entender cómo hemos llegado adonde estamos, y los futuros alternativos que podemos realizar.
Después de todo, de eso se trata en última instancia el budismo, como cualquier otra tradición filosófica o espiritual: explicar nuestra condición presente de manera convincente, y dar cuenta de lo que podemos esperar. En el caso del budismo, el concepto clave es la noción de karma, que no es otra cosa que la ley de la causalidad. Los fenómenos, las circunstancias en nuestras vidas, el mundo en el que nos toca vivir, y el futuro que nos espera, individual y colectivamente, no es el resultado azaroso de una combinatoria caprichosa de eventos. El mundo en el que vivimos es el resultado de causas y condiciones cuya lógica se juzga ineluctable.
Esta es la tercera entrada dedicada al ciclo de encuentros que estamos realizando sobre meditación y budismo. Lo que les propongo en esta ocasión es (1) comenzar tomando nota sobre lo dicho en las entradas anteriores para refrescar la memoria; (2) avanzar en nuestra enumeración de aquellos presupuestos sobre la meditación que consideramos desencaminados – presupuestos que, no solo forman parte del imaginario popular sobre la práctica, sino que informan las narrativas de muchos instructores de meditación, especialmente los cultores del «mindfulness» y otras prácticas contemplativas «modernistas».
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