- Interdependencia y no violencia.
- Ecuanimidad, amor y justicia
- Responsabilidad universal
- Diálogo y libertad
- Las prácticas contemplativas ofrecen diversos caminos de realización personal y espiritual. Todas estas disciplinas e itinerarios tienen como propósito último el autoconocimiento y la autotransformación de los individuos. La perspectiva que adoptan estas prácticas es introspectiva y están inspiradas en una visión de plena realización de nuestros potenciales.
- Las prácticas contemplativas están basadas en los principios básicos de la interdependencia y la no violencia.
- Sobre la base de estos principios básicos y las actitudes que los acompañan, las prácticas contemplativas promueven el reconocimiento de la estrecha relación que mantenemos con los diversos círculos de nuestra pertenencia, a nivel local, nacional y global. La superación del individualismo conlleva la asunción de nuestras responsabilidades civiles y ciudadanas en los ámbitos sociales, políticos, económicos y culturales.
- La preservación y la promoción de la vida humana no pueden ocurrir en detrimento de la vida y el bienestar de otras especies animales no humanas y la destrucción de la biósfera. Las prácticas contemplativas promueven una reflexión y una acción responsable en torno a la diversidad biológica y la naturaleza física en general.
- El espíritu que anima las prácticas contemplativas es un espíritu de libertad que favorece el diálogo entre diversas tradiciones religiosas, filosóficas y científicas, que asume los desafíos de la secularización y promueve el intercambio ecuménico y cultural.
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